Sentido deceso de Don Onésimo García

Por Harold Meade

Gran consternación causó la noticia del sentido deceso del ex presidente municipal del Mante en el periodo administrativo 1972-1974, el señor Onésimo García Osorio, conocido comerciante, político y destacado deportista originario de esta Ciudad quien consagró la mayor parte de su vida al servicio público y comunitario, desempeñándose siempre con honestidad y marcada rectitud.

En sus primeros años, Don Onésimo García Osorio, mejor conocido como “La flauta”, entre su principal círculo de amistades alternó sus estudios con el oficio de comerciante.

Onésimo, fue un notable y sobresaliente deportista, especialmente en el atletismo como corredor de las pruebas cien metros y 200 metros planos, 200 metros con obstáculos y salto de longitud.

Su afición al deporte, también incluyó disciplinas deportivas como la natación, el béisbol, y el volibol, en ésta última disciplina llegó a ser integrante de aquel representativo tamaulipeco que se consagró campeón nacional de la especialidad, a principios de la década de los años cincuenta del siglo XX.

Fue precisamente en el deporte, donde comenzó su carrera dentro del servicio público, al ser designado en la administración municipal del ingeniero Juvencio Treviño Salinas para ocupar el cargo de director de Deporte en el Municipio.

Por aquel entonces, cuando corría el segundo lustro de la década de los años sesenta, empezó su trayectoria política, metiéndose de lleno en los seccionales del PRI, en donde tras varios años de arduo trabajo, fue distinguido para encabezar las riendas de su Partido en el municipio de El Mante.

Como Presidente del PRI en Mante, en el aspecto social, fundó una escuela de danza y una escuela de corte y confección, además de una constante labor de gestoría  y carisma que le permitió alcanzar la candidatura del PRI a la Presidencia Municipal que ganó de forma contundente en los comicios de 1971.

Ya investido como alcalde, Onésimo García Osorio, modernizó el Mercado Juárez; fundó la primera galería de arte en Tamaulipas, a la cual se le puso por nombre Ramón Cano Manilla; construyó el monumento a la Trilogía de los Héroes de la Independencia de México, en la Plaza Aarón Sáenz; apoyo por concepto de becas a infinidad de estudiantes además de varias obras de pavimentación e introducción de drenaje en la zona centro y colonias de la Ciudad.

Tras su paso por la presidencia municipal, Onésimo se dedicó a su negocio particular. Sin embargo, su vocación de servicio comunitario permaneció intacta. Durante el Gobierno estatal del ingeniero Américo Villarreal Guerra, reanudó su carrera en el servicio público al ocupar el cargo de Supervisor de Obras Públicas del sur de Tamaulipas. Continuó en el sexenio siguiente, el de Cavazos Lerma como titular de la Oficialía Primera del Registro Civil en El Mante. Posteriormente, ocupó la Jefatura de la Oficina Fiscal del estado con sede en El Mante, cargo en el cual, terminó su servicio público, desempeñando todos y cada uno con probada rectitud.

Onésimo también abrazó con dedicación y entusiasmo la Masonería. Este liberal mantense, la practicó desde el año de 1966 hasta su muerte, aunque en los últimos años se agravó su enfermedad.

En el plano sentimental, Onésimo casó con Narcisa Cabriales Ramírez un 25 de marzo de 1951; Fruto de esa unión, son cinco hijas: Idalia, Dina, América, Libertad e Ilse García Cabriales quienes lo recuerdan con admiración, respeto y cariño por las enseñanzas que les dejó en vida.