- Matamoros, Tam.- Con un llamado a los jA?venes para atreverse a seguir el camino del SeA�or, asA� como a sus familias para integrarse como predicadores laicos de la Sagrada Escritura, el obispo Eugenio AndrA�s Lira participA? en la celebraciA?n de la 54 Jornada Mundial deA� OraciA?n por las Vocaciones, que sirviA? como medio para permitirles ademA?s poner cada quien su granito de arena para contribuir en los problemas sociales y recuperar la paz, para lo cual orar no es suficiente.
Los principales eventos se desarrollaron en la Parroquia de Guadalupe en Reynosa; Parroquia San Juanita en RA�o Bravo; Parroquia de Guadalupe en Valle Hermoso, y la Universidad del Noreste de MA�xico, en esta ciudad, precisamente donde se preparan los seminaristas.
En esta jornada, este aA�o todas las comunidades parroquiales unieron sus plegarias por la paz. a�?Cierto que no sA?lo con oraciones habremos de transformar nuestra sociedad, pero es el fruto de una comunidad orante, unida y en acciones continuadas como podremos hacer frente a la violencia, injusticia y avaricia de nuestro tiempo actuala�?, ha sido parte del mensaje de la DiA?cesis de Matamoros.
Orar por las vocaciones significa, apoyar a quienes buscan trabajar por la paz y quieren consagrar su vida por el bien de predicar con palabras y obras lo que JesA?s nos dejA? en el evangelio.
Pero orar por las vocaciones es tambiA�n construir relaciones humanas capaces de dialogar y tender puentes con quienes se sienten solos, enfermos y abatidos. Es el impulso de trabajar dA�a con dA�a por no perder la esperanza en JesA?s, Buen Pastor, que reanima, consuela y fortalece ante toda situaciA?n.
La posiciA?n del clero es seguir los pasos de JesA?s en oraciA?n permanente, solidarios y comprometidos con acciones sociales concretas, buscar el diA?logo, la reconciliaciA?n, denunciar atrocidades en contra del amor y la humanidad, y reconstruir la unidad como signo fraterno entre la diversidad como hijos de Dios.
Constantemente, la comunidad catA?lica alienta a los jA?venes para que se consagren al servicio de Dios, sin embargo, son muy pocos los que deciden hacerlo, pues por un lado estA?n mA?s absortos en la diversiA?n, en lograr una economA�a estable y formas una familia. Por otro lado aA?n persisten perjuicios entre el pueblo mexicano, que consideran que no es una labor muy recomendada para el hombre.
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