Levanta gobierno federal censos de banqueta

Israel Reséndiz.

Los censos que requieren los programas sociales que en su momento el
presidente de la república Andrés Manuel López Orador, prometió para todos los
mexicanos que pudieran encuadrar en las reglas de operaciones de los programas
vigentes para los próximos seis años, continúan llevándose a cabo, pero ahora de
una manera muy inusual, pues se han tornado tramites de banqueta.
Las labores se han podido seguir obcecado en el entendido de lo que en su
momento dispusieron los funcionarios encargados de estas labores para el sexto
distrito con cabecera en el Mante, es decir, en las plazas públicas, como se ha
seguido haciendo, pero a diferencia de un ligar adecuado con el equipo necesario,
ahora la modalidad cambio de una forma completamente diferente.
El responsable de recabar los datos de los interesados porta el chaleco que lo
caracteriza como uno de los denominados “servidores de la nación”, el cual luce
de pie a unos dos metros del kiosco de la plaza principal, de pie, sin más equipo ni
mobiliario que un teléfono celular, frente a el, lucen al menos quince personas en
espera de su turno para ser censadas, y considerar sus datos para la próxima
entrega de los programas.
El trámite se lleva a cabo completamente dentro de la mayor informalidad, no
existe mampara alguna ni personal ni mucho menos una mesa ni algún distintivo
para que la comunidad se acerque a otorgar su información necesaria para ser
tomados en cuenta, la persona encargada de ingresar los datos, solamente
muestra la credencial de elector sujeta al teléfono celular mientras copia alguna
información de su interés que se presume, se envían vía internet.
Adultos mayores que son los que esperan por ser considerados en este padrón,
continúan en espera por varias horas, y se vuelve a repetir la historia, de pie, sin
salirse de la fila para no perder su lugar, y con la esperanza de poder por lo menos
descansar un poco en una de las bancas de la plaza principal, pues el único
mobiliario para estos trabajos, es simplemente un teléfono celular, y la mayor
desatención evidente para quienes por lo menos acuden a solicitar información.
En estas condiciones se espera que las personas interesadas en general,
continúen otorgando sus datos, en donde se nota el seguimiento a un trámite de
mal en peor, pues esto inicio con un domicilio particular, posteriormente la
comunidad fue concentrada al quiosco de la plaza, y ahora sin más ni más, de pie
de manera informal y cual trámite de banqueta, tienen que aguantar las
inclemencias del frio, claro, hambre y cansancio, para poder ser tomados en
cuenta en los programas sociales.