28 marzo, 2025

El Tiempo

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Continúan incompletas autoridades del trabajo

 

Israel Reséndiz.

Las autoridades del trabajo quienes deben de velar por los derechos de los
empleados de un comercio o empresa en esta región, no han sido constituidas, y
aunque a un le falta mucho al traslado de las juntas del trabajo como tribunales
administrativos para ser entregados al poder judicial, mientras se siguen
detectando irregularidades que pueden costar la vida a los quienes tienen la
necesidad de percibir un salario.
Es el caso de esta región del Mante en donde al iniciar este 2019, la estancia que
se encuentra entre la transición al poder judicial, y la falta de atención de la
Secretaria del Trabajo y asuntos Jurídicos, inicio sin el personal administrativo
necesario, así como equipos de cómputo ya con deficiencias que requieren por lo
menos una reparación exhaustiva o en su caso, un cambio por computadoras con
características actuales, para hacer más eficiente la labor inclusive para el uso de
internet.
La junta especial de conciliación y arbitraje comenzó a mostrar deficiencias en la
labor, por falta de personal con lo que se caracterizó desde hace poco más de dos
años, y con los que paulatinamente se les ha estado equipando, como el caso de
un secretario de acuerdos que ahora ya puede actuar inmediatamente de acuerdo
a cada diligencia que el expediente requiera, y lo cual se logró con una serie de
peticiones e insistencias a las autoridades en la ciudad de Tampico, de donde es
filial la referida.
Por si eso fuera poco, hasta ahora el sistema para la implementación de justicia
para los trabajadores, sigue adoleciendo de un inspector del trabajo, cuyo último
funcionario solicito su jubilación el año antepasado, y hasta el momento no ha sido
restituido, por lo cual, los patrones tienen más libertad de no pagar utilidades,
aguinaldos, de no fijar las comisiones de seguridad e higiene y por ende, no cuidar
ni velar por la seguridad de sus trabajadores al manejar cualquier tipo de equipo o
sustancias peligrosas sin los aditamentos necesarios para su protección, como lo
ampara la ley.
Las oficinas que se ubican en el mismo lugar que la Procuraduría del Trabajo
continúan solamente de adorno y el cargo acéfalo, pues hasta el momento las
labores que se toman en cuenta es tratar de conciliar problemas a sabiendas de
que ninguna de las dos partes en conflicto, quieren gastar tiempo y dinero en un
juicio laboral, considerando que mediante una discusión pudieran terminar varios
problemas y olvidar otros por lo que generalmente piden los trabajadores
inconformes, una indemnización argumentando despidos injustificados.