Israel ResA�ndiz.
La violencia escolar o tambiA�n denominado bullying, se ha convertido en un fenA?meno silencioso que a ojos de docentes, directores y algunos adres de familia sucede en mA?s de una escuela en el Mante, lo que independientemente de fenA?menos como la situaciA?n econA?mica, ha tenido mucho que ver para que los adres de familia no hayan llevado a sus hijos durante el mes de febrero a inscribirlos.
La delegaciA?n de los derechos humanos ha demostrado que es una de las labores que probablemente no se denuncie por represalias a los hijos en las escuelas, pues en los A?ltimos meses la estadA�stica en ese sentido ha sido de cero quejas o por lo menos manifestaciA?n de inconformidad solicitando la asesorA�a correspondiente para que en su momento las autoridades puedan tomar cartas en el asunto.
Por el contrario, sorpresivo y decepciA?nate fue lo que como en todos los casos que tienen que ver con escuelas, un grupo de madres de familia de la Hermanos VA?zquez turno vespertino, destapo con una serie de acusaciones en donde salieron a resoluciA?n actos de violencia entre los alumnos, que podrA�an sonar de pelA�cula o telenovela, sin embargo, muy reales de acuerdo a la indignaciA?n de las madres, el temor de quien tenA�a que dar la cara que es el supervisor, y una directora seA�alada que en ningA?n momento dio la cara, dejando entre ver su el sentido de culpa.
La situaciA?n revela ademA?s de que el fenA?meno no se denuncia por los antes que a final de cuentas se dijeron afectados, tambiA�n destapo la indiferencia de quienes tienen a su cargo A?reas para tratar los casos especiales de niA�os con problemas, o canalizarlos a las instancias correspondientes, como es el caso de USAER, trabajo que no ha redituado en nada mA?s que en cobrar de la nA?mina del gobierno, pagos que no han desquitado conforme a las verdaderas necesidades en las escuelas.
Lo mA?s lamentable es que este tipo de casos podrA�an estarse ventilando en otras de las escuelas pA?blicas al silencio temeroso de las vA�ctimas y sus padres de familia que temen a represalias de maestros y directores, y a la indiferencia de otros que al no tratarse de su hijo o hija, no se preocupan en seA�alar por temor a problemas posteriores, escenarios que siguen permitiendo la impunidad al interior de las escuelas, pero principalmente el ver realmente que es lo que ocurre para que maestros o directores con verdadera vocaciA?n, tomen esos ligares o esas escuelas y haya orden a final de cuentas.
Todo lo anterior redunda en el temor ahora de los padres por inscribir o no en determinada escuela sus hijos que van a primer grado este prA?ximo ciclo escolar.
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