Israel Reséndiz.

La frecuencia con la que se presentan las fugas de agua de manera sorpresiva,
ha aumentado de manera gradual, algunos de los factores se deben a lo añejo de
las instalaciones que generalmente se encuentran por el lado de la vía publica ya
se de casa habitación o comercio, en otros lo frágil de los materiales con los que
fue instalada, y en otros, aunque pocos, el robo de medidores.
Tan solo este pasado miércoles fueron dos fallas técnicas detectadas, una en un
comercio de la zona centro sobre la calle Morelos, y la otra en la Sor Juana Inés
de la cruz de la colonia Anáhuac Numero dos, esta última afuera de una casa
habitación, las cuales en conjunto con otras que han resultado, han contribuido a
fallas al momento de la distribución, por la falta de presión adecuada hacia donde
la comunidad requiere del servicio.
Por si eso fuera poco, el desperdicio irracional de litros y litros de agua siempre es
lamentado generalmente por quienes no cuentan con la suficiente cantidad en sus
colonias o comunidades, pues este varía de acuerdo al tiempo de respuesta de los
trabajadores de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, y si es
muy grave, en la que ejerza de momento un plomero particular, mientras el
usuario solicita se le haga la reparación formal si la avería se encuentra por el lado
de la vía pública.
Lo anterior continúa sucediendo tras la petición de las autoridades por denunciar
a tiempo y de manera frecuente este tipo de fallas que han afectado al suministro,
con la finalidad de mejorar, pero por otra parte, el burocratismo que generalmente
ocasiona un sindicato al tratar de cobrar por todo cuando no se trata de su
itinerario, ha seguido generando merma en un organismo que a un no a saneado,
pues al cambio de gobierno fue entregado con una deuda millonaria de la cual ha
estado saliendo de manera paulatina.